Si se quiere poner en aprietos a un experto, sólo hay que pedirle la definición de su objeto de estudio. Basta con preguntarle a un biólogo qué es la vida, a un licenciado en administración qué es una empresa o a un estudioso de los colectivos LGTB qué es un Oso y todos tendrán la misma actitud: empezarán a titubear y esbozarán definiciones aprendidas en algún momento, pero de las que no tienen plena seguridad.

Una encuesta realizada entre Osos, cazadores y amigos de habla hispana permitió arribar a la siguiente conclusión: Un Oso es un hombre masculino, robusto, protector, peludo, prolijo y que en general usa barba (en ese orden). No importa tanto si es musculoso, alto, gordo, joven o calvo. Casi todos los participantes coincidieron en que está bien lejos de las modas del momento.

Según algunos expertos en el tema, como Bob Donahue y Jeff Stoner, famosos por haber creado todo un esquema de clasificación osuna, la característica más obvia en un Oso es su pelo facial. Luego le siguen el pelo corporal, el peso, el "factor de abrazo" (que tan franelero se es), etc., etc. Según el libro "The new joy of gay sex" el Oso típico es totalmente natural, de aspecto rural o del bosque. Generalmente los Osos usan barbas completas o espesos bigotes. Son "salvajes", hombres muy caseros que disfrutan del fútbol, pescar, la carpintería, plomería, y reparaciones eléctricas. Son simplemente hombres comunes, pero en lugar de ser heterosexuales, son gays. En cuanto a la ropa, por lo común usan una versión "country" del estilo de los setenta, con énfasis en las camisas de algodón, usualmente debajo de las cuales llevan remeras o camisetas, con anchos cinturones apretando un pantalón vaquero que enfunda robustas y fuertes piernas.

Por su parte, en un artículo aparecido 1979 se describe a los Osos de la siguiente manera: "Los Osos son generalmente tipos corpulentos, robustos, con reminiscencias de un leñador o ex rugbier. Tienen grandes pectorales y abdómenes, más grandes de lo normal, y piernas notablemente musculosas. Por otra parte, algunos Osos italo-americanos son más delgados y pequeños pero es la actitud la que los hace Osos. En cuanto a sus características generales, son peludos y tienen barbas tan densas que difícilmente se pueda insertar un peine. Son grandes reidores. Los Osos se ríen a carcajadas y generalmente están de muy buen humor. Son excelentes amigos y siempre están dispuestos a pagar la próxima vuelta de bebida. Ahora que todo su buen humor se puede transformar en una gran amenaza si alguien osa pasarse de la raya con ellos. Y uno puede llegar a escuchar los ecos de esto varias semanas después. Además, tienen grandes peculiaridades en cuanto a sus hábitos de "emparejamiento". Antes de llevarte a su casa, los Osos quieren asegurarse de que van a pasar una noche juntos, "franeleando" todo el tiempo aún aunque no pase otra cosa. Vale decir que para un Oso son más importantes los mimos, los abrazos y el cariño, que el sexo por sí mismo. Los Osos siempre tienen parejas a los que le son fieles, aunque muchos no vivan juntos".

En este sentido, la reciente encuesta mencionada en un principio, convalidó lo antes dicho: las dos actividades sexuales preferidas para Osos y cazadores son los besos y el "franeleo" (abrazos, mimos, jugueteo amoroso, etc.). A esto le sigue el sexo oral y las masturbaciones mutuas. Y recién después se ubica el sexo anal. ¿Cuáles fueron las dos actividades menos "votadas"? El sexo grupal, y las prácticas sadomasoquistas como última, bien lejos de las otras. Siempre hablando de promedios y en línea general.

Como anticipamos en un comienzo, el tema es complejo, ya que incluye factores físicos y culturales que se entrecruzan de distinta manera en distintas sociedades para delinear el concepto de "Oso". Es evidente que, bastante avanzada la primera década del siglo XXI, la concepción que se tiene de los Osos varía, al menos, entre las culturas nórdicas y las latinas. Interesantes estudios sociológicos y antropológicos se están llevando a cabo al respecto, incluso algunos en los que trabajamos desde el Club de Osos de Buenos Aires en conjunto con universidades locales y de EEUU.

Es claro que siempre hubo hombres gays que usaban barba y eran grandotes. Pero lo que nos interesa aquí es ver cuándo surge la figura del "Oso" como una identificación propia. Y esto es algo no del todo claro.

Si bien los primeros registros de la formación de un club de Osos datan de 1966 en Los Ángeles, EE.UU., y ya en la década del '70 había gente que se autodefinía como "Oso". En San Francisco el término no se conoció sino hasta 1986. Justamente éste es el año que en general se reconoce como el nacimiento del movimiento osuno y a partir del cual surgen los primeros clubes de Osos. En 1987 un grupo de amigos comenzó a ofrecer fiestas privadas para Osos en la zona de San Francisco, y una revista de esa zona, llamada Bear también comenzó a circular. Este año representó un verdadero punto de inflexión, ya que tanto la revista como el advenimiento de los servicios "on-line", (precursores de la Internet), extendieron el concepto y la conciencia de "ser Oso" a través de toda la comunidad Gay.

Los Osos representan un eslabón en la continuidad histórica de la figura del "Gay masculino". Los estudios de George Chauncey sobre las subculturas Gay de la Nueva York de principios de siglo, ya mostraban que, al menos en la clase obrera, existía la figura del "hombre masculino que amaba a otro hombre", conocidos entonces como "lobos"("wolves"). En esa época ya era muy marcada la dicotomía entre el lobo (antepasado del Oso) y los afeminados ("fairies"), sin embargo ambos se mezclaban unos con otros.

La característica indiscutible que aúna a todos los subtipos de osos es su masculinidad. Se trata de una figura definitivamente alejada del clásico estereotipo gay y sobre todo del modelo de hombre presentado hoy mayoritariamente por los medios.

A la exacerbación de las características masculinas como el pelo facial, el vello corporal, y quizá el poco cabello, podríamos agregar el volumen, las formas y la voz profunda. También, los movimientos a veces torpes, ese andar tan particular e indiscutiblemente osuno y la actitud franca y abierta ante la vida.

Veamos entonces cuáles son los principales tipos de oso: